Las necesidades urgentes de financiación pueden llevar a muchas personas a recurrir a préstamos a través de empresas fuera del circuito tradicional de financiación. En Internet podemos encontrar una extensa oferta de préstamos rápidos que anuncian la posibilidad de conseguir la liquidez que se necesita utilizando nuestro vehículo, si es relativamente nuevo, como garantía del dinero prestado. Por lo general aseguran además que se podrá seguir haciendo uso del vehículo mientras se amortiza el préstamo.
De esta forma, nos encontramos muchas veces que, lo que a priori parece un contrato de préstamo con el vehículo actuando como garantía de pago, se convierte en un conjunto de cláusulas abusivas que suponen, bien pagar una enorme cantidad por el dinero entregado, bien perder el vehículo cuyo valor en el mercado es muy superior al dinero prestado.
En algunos casos, lo que el consumidor firma no es un préstamo, sino un contrato de compra del vehículo con opción de recompra.
¿Cómo funciona?
Lo intentaremos explicar a través de un ejemplo: un consumidor necesita 5.000 euros, para lo que solicita a una de estas empresas dicho importe ofreciendo como garantía un coche con tres años de antigüedad y un valor de mercado de 15.000 euros. El contrato, en lugar de reflejar un préstamo, lo que indica es la compra por parte de la empresa del citado vehículo por 7.000 euros de los que retiene 2.000 euros en concepto de gastos e impuestos por el cambio de titularidad, recibiendo finalmente el consumidor los 5.000 euros que necesitaba.
Si el consumidor quiere recuperar la propiedad de su vehículo deberá ejercer en uncorto plazo (por ejemplo, dos meses) la opción de recompra, pagando, no solo los 5.000 euros que ha disfrutado, sino los 7.000 euros indicados, más un incremento del 10%, así como otros 2.000 € por los gastos de la gestión de cambiar nuevamente la titularidad del vehículo. Por lo tanto, por los 5.000 € que únicamente necesitaba el cliente originariamente, deberá pagar 9.700 € para poder recuperar su vehículo.
¿Qué ocurre si el consumidor no paga el dinero en el plazo establecido?
La empresa se quedará con el vehículo por valor de 15.000 euros ganando más del doble de lo invertido en apenas dos meses. Mientras, el consumidor, va a pagar en dos meses un 194% del dinero que realmente ha disfrutado.
¿Y si el consumidor se acoge a la posibilidad de de seguir usando el vehículo? En este caso, lo que realmente está firmando el consumidor es un contrato de alquiler por meses con cuotas de, por ejemplo, ,400 euros mensuales que podrán prolongarse indefinidamente, hasta que el consumidor abone los 9.000 euros citados anteriormente para poder recuperar su vehículo.
Suponiendo que el consumidor utiliza su vehículo durante dos años, la empresa se habrá ganado 9.600 euros por las cuotas mensuales, recuperando su inversión inicial de 7.000 además de los 9.000 euros pagados por el consumidor para recuperar su coche. Por lo que, para un préstamo de 5.000 €, el consumidor habrá abonado en dos años hasta 18.600 €.
Como podemos constatar, el problema se encuentra en la diferencia entre lo que el consumidor cree que está firmando (un préstamo con aval de su vehículo) y lo que realmente está firmando. Problema agravado por el desequilibrio existente entre las obligaciones asumidas por las partes.
Los tribunales de Justicia están tratando estos asuntos de diferentes formas. Existen audiencias provinciales que consideran estos contratos nulos de pleno derecho por encontrarnos ante un contrato simulado, ya que bajo la apariencia de un contrato de préstamo garantizado con el vehículo, en realidad nos encontramos ante una compraventa con opción de compra y alquiler.
En otras ocasiones, también se consideraría nulo por dar el consumidor su consentimiento viciado por error, ya que atendiendo a la publicidad lo que creía que era un préstamo, la empresa le ha hecho contratar otra cosa; además, con unas condiciones abusivas claramente perjudiciales para él y altamente beneficiosas para la empresa.
Por este motivo, como siempre aconsejamos, antes de firmar ningún contrato, es necesario asesorarse con un experto sobre las consecuencias derivadas del mismo. En Gestbanking somos expertos en derecho bancario y contamos con amplia experiencia en estas cuestiones.
Gestionamos, tramitamos y asesoramos a empresas y particulares en asuntos bancarios y financieros: cláusulas abusivas; ejecuciones hipotecarias; productos complejos de riesgo; productos estructurados; comisiones indebidas; promociones inmobiliarias; registros de morosos; operaciones de financiación y/o reestructuración bancaria.
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